Cada época del año tiene alteraciones que le son propias; las piernas cansadas o pesadas lo son, por lo general, del verano. Más comunes en mujeres que en hombres, desde la fitoterapia tenemos armas con las que darles la respuesta adecuada.

Las piernas cansadas son una alteración que puede producirse en solitario o acompañada de otras como calambres, pesadez, picor o adormecimiento. Más propias del sexo femenino que del masculino, su importancia y gravedad variará en función de las distintas complicaciones que se puedan presentar, como por ejemplo, varices, flebitis o infecciones.

Entre las causas más frecuentes, tanto del cansancio como del resto de síntomas, se encuentran la insuficiencia venosa, que es la incapacidad de las válvulas venosas para mantener el flujo sanguíneo correcto, dando lugar a un estancamiento de la sangre en los vasos circulatorios; la menstruación, ya que durante este período se producen modificaciones hormonales que dan lugar a distintos procesos orgánicos; el embarazo, debido a las modificaciones internas que se producen en este periodo; sedentarismo, efectos secundarios de medicamentos, elevada ingesta de sal u obesidad también son factores que pueden producir alteraciones en las extremidades inferiores.

El calor propio del verano hace que tanto el cansancio como el resto de síntomas se acentúen.

Soluciones naturales

Existen una serie de pautas de comportamiento que pueden atenuar los trastornos circulatorios en las piernas, entre ellas no permanecer mucho tiempo de pie ni con las piernas inmóviles, utilizar un calzado adecuado, realizar ejercicio regularmente, o aplicar frío en las piernas.

Desde el punto de vista de la fitoterapia, existen plantas y activos naturales que, a este nivel, nos pueden ofrecer excelentes resultados:

Vid roja. Sus hojas son ricas en taninos y antocianósidos, que ejercen un efecto beneficioso sobre la circulación. Su acción vasoprotectora se debe a la capacidad para estabilizar las paredes vasculares, disminuyendo la permeabilidad y el edema asociado. Especialmente indicada en el tratamiento de problemas asociados a la insuficiencia venosa, como fragilidad capilar y sus síntomas asociados como piernas cansadas, calambres o varices.

Hamamelis. Los taninos, proantocianidinas y heterósidos flavónicos que contienen sus hojas hacen que esta planta active la circulación sanguínea, fortalezca la pared de las venas y capilares sanguíneos y posea acción antioxidante y antiinflamatoria.

Mirtilo. Su contenido en antocianósidos le confiere propiedades a nivel circulatorio.

Rusco. Contiene saponósidos, que le proporcionan acción antiinflamatoria y venotónica. Asimismo, actúa sobre las células de la pared venosa, a través de su acción antioxidante.

Bioflavonoides. Son sustancias fitoquímicas presentes, especialmente, en los cítricos. ejercen una acción beneficiosa en el mantenimiento de la integridad de las paredes de los capilares sanguíneos. También presentan una interesante acción antioxidante.

Hesperidina. Flavonoide con acción beneficiosa sobre la fragilidad capilar.

Rutina. Flavonoide con acción antiinflamatoria que fortalece los capilares sanguíneos y ejerce acción antiedematosa.

Quercetina. Flavonol con una potente acción antioxidante. Muchas de las plantas con propiedades medicinales deben su acción a este compuesto.

Alteraciones añadidas

Junto a la mala circulación venosa, pueden producirse otro tipo de alteraciones. Dada la estrecha relación entre el sistema circulatorio y el linfático, es frecuente un deficiente drenaje de este, que puede dar lugar a la aparición de un edema linfodinámico por acumulación de proteínas en el espacio intercelular. Para activarlo, es necesario mejorar el tono de los capilares venosos, para impedir una salida excesiva de líquidos al espacio intersticial y disminuir el edema que se pueda formar.

Existen combinaciones de ingredientes que, actuando en sinergia, tienen un efecto muy positivo a nivel tónico venoso y linfático. Entre ellos encontramos plantas como cardo mariano, castaño de indias o meliloto; una enzima proteolítica como la papaína, que se extrae de la papaya, y un flavonoide cítrico como la rutina.

Asimismo, otras alteraciones que pueden acompañar los casos de mala circulación son retención de líquidos, malas digestiones o problemas de tránsito intestinal, por lo que puede resultar de especial interés un complemento que actúe a nivel diurético y depurativo, digestivo y sobre el tránsito intestinal. Fucus y zarzaparrilla contienen sustancias activas que promueven la eliminación de líquidos retenidos y la limpieza a nivel interno. Manzanilla, melisa, fumaria y anís se constituyen en una excelente unión, altamente eficaz para la resolución de las alteraciones que existan a nivel digestivo y de tránsito intestinal.

Sin ningún género de duda, las alteraciones circulatorias de las extremidades inferiores constituyen una amenaza latente cuando llegan los rigores climáticos del verano, pero no es menos cierto que, desde el punto de vista de la suplementación interna, disponemos de las soluciones terapéuticas adecuadas para darles cumplida respuesta.

Para concluir, es conveniente señalar que cuando las alteraciones circulatorias se derivan de una situación de embarazo, no se debe administrar ningún tipo de suplemento sin una rigurosa supervisión médica.