Un extracto de la raíz de ashwagandha podría mejorar la calidad del sueño y la lucidez mental tanto en personas con insomnio como en las que no lo padecen. Son las conclusiones de un estudio realizado por científicos de tres instituciones médicas indias publicado en Journal of Ethnopharmacology, que durante ocho semanas puso a prueba la efectividad de la planta en un grupo de 80 personas, la mitad de ellas insomnes.

El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a un importante número de personas. Se estima que, anualmente, en torno a un 40 por ciento de la población adulta puede padecer alguna alteración relacionada con el sueño, con prevalencia de personas de edad avanzada. Sus repercusiones en la vida diaria van desde irritabilidad y depresión a problemas de concentración o dificultades en el ámbito laboral, entre otras.

Características del estudio
En el estudio, investigadores indios pertenecientes a la Facultad de Medicina de la Universidad D.Y. Patil, del Instituto de Investigación y Educación Médica NAMO y de los Servicios Médicos de Emergencia de Maharastra incluyeron a 40 personas sanas (no insomnes) y a 40 insomnes, a las que se administró un extracto de ashwagandha o un placebo durante ocho semanas.

Los resultados mostraron que aquellos que recibieron ashwagandha, tanto individuos insomnes como no insomnes, mejoraban en una serie de medidas del sueño frente a los que recibieron el placebo: reducción en cuanto a la latencia de inicio del sueño (tiempo que transcurre desde el estado de vigilia completa al sueño); también en cuanto a la vigilia tras el inicio del sueño (periodos de desvelo producidos tras el inicio del sueño); y en cuanto a puntuaciones en el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh, un cuestionario que evalúa la calidad del sueño y para el que esta es inversamente proporcional a la puntuación obtenida. Asimismo, se registraron mejoras significativas en la Escala de Ansiedad de Hamilton, una prueba de evaluación clínica para medir el nivel de ansiedad de una persona.

Las conclusiones de los investigadores señalaron que su estudio viene a confirmar la capacidad del extracto de ashwagandha para mejorar la calidad del sueño y para contribuir a gestionar el insomnio. También apuntaron que fue bien tolerado por todos los participantes, con independencia de su estado de salud y edad.

Tradición curativa milenaria
Con más de cuatro milenios de utilización en la medicina ayurvédica, la ashwagandha (Withania somnifera por su denominación botánica) pertenece a ese grupo de plantas conocidas como «adaptógenos», por su capacidad para incrementar la respuesta al estrés tanto físico como emocional. Este ha sido su principal uso terapéutico, al que se han ido añadiendo otros beneficios potenciales obtenidos en sucesivos estudios clínicos, que respaldan su efectividad a nivel de la función cognitiva, del rendimiento deportivo o de bienestar metabólico, y que han hecho que haya sido bautizado como «ginseng indio». Ahora, los hallazgos de este estudio vienen a sumarse a esos beneficios.