Los radicales libres son uno de los principales agentes oxidantes y, por tanto, responsables directos del envejecimiento. Las células del organismo se ven constantemente atacadas por ellos, y también se encuentran en la base de numerosas enfermedades de tipo degenerativo.
No obstante, el reino vegetal es pródigo en plantas con una importante acción antioxidante que, actuando en solitario o de manera sinérgica, frenan la oxidación celular y sus nocivas consecuencias en el organismo: brócoli, granada y escaramujo que, junto a otra sustancia natural como la jalea real, proporcionan armas de gran valor para librar la batalla a los radicales libres.
Brócoli. El brócoli es una planta perteneciente a la familia de las crucíferas cuyo nombre botánico es Brassica oleracea var. italica. Su componente mayoritario es agua, y desde el punto de vista nutricional, hay que destacar su contenido en vitaminas A, B1, C, D y E. Entre su contenido mineral, destaca principalmente el potasio; también cuenta con importantes cantidades de calcio, magnesio, zinc, yodo y hierro. Sin duda, lo que ha centrado el interés sobre el brócoli en los últimos tiempos ha sido su capacidad para prevenir distintos tipos de cáncer. De ello serían responsables diversos compuestos fitoquímicos, entre los que destacan indoles, fibra, glucosinolatos e isotiocianatos (ITCs), entre otros. Veamos algunos estudios clínicos que lo han demostrado:
– Una investigación desarrollada en la Universidad estadounidense de Georgetown encontró vinculación entre el consumo de brócoli y una reducción en el riesgo de cáncer, a nivel general. Al parecer, se debería a la presencia de un glucosinolato, el Indole-3-carbinol (I3C) en la composición del brócoli. Este fitoquímico funcionaría a varios niveles: facilitando la conversión de estrógeno hacia una forma menos estimuladora de cáncer; bloqueando parcialmente los efectos del estrógeno en las células; eliminando directamente o inhibiendo las células cancerígenas; por último, reduciendo los niveles de radicales libres. Estos datos han venido a confirmarse con otra investigación realizada por instituciones sanitarias de Estados Unidos y Canadá, que verificó que el consumo de brócoli reducía hasta en un 45 por ciento el riesgo de contraer cáncer de próstata, tras un estudio realizado con 1.300 hombres.
– En 2005, un estudio realizado en la Universidad japonesa de Tsukuba encontró que una dieta rica en brócoli reducía de forma importante el riesgo por Helicobacter pylori, una bacteria causante de la gastritis, la inflamación del revestimiento del estómago y un factor importante de úlcera péptica y cáncer de estómago. El estudio señalaba que podía deberse al sulforafano, una sustancia química presente en los brotes de brócoli, y que ayuda a las células a defenderse de los oxidantes, moléculas muy reactivas y tóxicas que dañan el ADN y matan las células, conduciendo potencialmente al cáncer.
– En 2008, un estudio realizado por investigadores del Roswell Park Cancer Institute de Estados Unidos evidenció que el consumo de isotiocianatos (compuestos que pueden encontrarse en el brócoli) a través de la dieta presentaba una relación inversa con el riesgo de cáncer de vejiga.
– En 2010, investigadores de la Universidad de Michigan comprobaron que el sulforafano, en este caso, destruía las células del cáncer de mama.
En su variada composición, el brócoli también contiene quercetina, un flavonoide con gran poder antioxidante que ha demostrado su capacidad para reducir la vulnerabilidad a enfermedades de tipo vírico.
Granada. Es el fruto del granado o Punica granatum, árbol de la familia de las punicáceas. Es rica en vitaminas C, E, B1, B2 y B3 y en cuanto a minerales, contiene potasio, cobre y hierro. En cuanto a sus componentes no nutritivos, destacan los taninos, que ejercen una acción astringente y antiinflamatoria; ácidos cítrico y málico, que ejercen una acción favorable a nivel intestinal; y antocianinas, que actúan como poderosos antioxidantes.
La granada también ha sido objeto de estudios clínicos que han desvelado propiedades terapéuticas sobresalientes:
– En 2009, un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Mississippi reveló la capacidad de la granada frente al cáncer de próstata, lo que se debería a unos taninos conocidos como elagitaninos, en especial las punicalaginas y punicalaninas, responsables de casi la mitad de sus propiedades antioxidantes.
– Un año antes, Journal of Inflammation publicó una investigación que verificaba in vivo la capacidad antiinflamatoria que la granada ya había demostrado in vitro.
– En 2005, científicos del Instituto de Investigación de Medicina Preventiva de California encontraron que la granada ejercía una beneficiosa acción a nivel cardiaco, lo que fue ratificado un año más tarde por investigadores iraníes, en este caso sobre pacientes diabéticos.
– En 2008, un estudio aparecido en la publicación Toxicology señalaba que las antocianidinas de la granada impedían la degradación del ADN celular.
Escaramujo. El fruto del rosal silvestre (Rosa canina) es muy rico en vitamina A y, sobre todo, en vitamina C. También contiene taninos, ácidos orgánicos, antocianósidos, flavonoides y polifenoles. A nivel científico, algunos de los hallazgos más relevantes en torno al escaramujo han sido los siguientes:
– En 2011, investigadores de la Universidad serbia de Novi Sad concluyeron que la vitamina C y los flavonoides son responsables de su actividad antioxidante, y los polifenoles, de su capacidad para prevenir la reproducción de células cancerosas.
– Su potencial anttinflamatorio fue verificado ese mismo año en un estudio desarrollado en la Universidad de Bolonia.
– En 2009, en un estudio desarrollado en la Facultad de Medicina de la Universidad Charité de Berlín, hallaron que la rosa canina ofrecía beneficios terapéuticos a pacientes con artritis reumatoide.
Jalea real. Es una sustancia viscosa segregada por las abejas obreras y nodrizas. Cuenta con una composición realmente prodigiosa, en la que encontramos desde vitaminas del grupo B, PP, A, C, D y E, a minerales, oligoelementos y aminoácidos, que es responsable de sus propiedades energizantes, inmunoestimulantes y antibacterianas.
Brócoli, granada, escaramujo y jalea real son, sin duda, una extraordinaria combinación para transformar el organismo en un muro frente a los radicales libres y a otras serias amenazas.
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