Gripe y afecciones catarrales son, probablemente, las alteraciones más comunes del invierno, que llegan a afectar a una gran parte de la población. No obstante, la medicina natural pone a nuestro alcance principios activos que pueden jugar un importante papel a nivel preventivo y como refuerzo del sistema de defensas del organismo:
• Propóleo. Es una sustancia elaborada por las abejas a partir de resinas, esencias y gomas de las coníferas, que lo emplean para reparar la colmena. Por lo general, está compuesto por resinas y bálsamos (50-55%); cera (30-40%); aceites esenciales (5-10%); polen (5%), y materias orgánicas y minerales (5%).
Es especialmente rico en vitaminas del grupo B, sobre todo vitamina B3, carotenoides, ácidos orgánicos y fenólicos, que le aportan propiedades antioxidantes, y flavonoides. Posee propiedades antibacterianas, antivirales e inmunoestimulantes. Asimismo, es antifúngico, antibacteriano y bacteriostático, por lo que ha sido ampliamente utilizado en afecciones respiratorias y procesos gripales.
• Equinácea. Se trata de una planta originaria de Norteamérica, cuya raíz y sumidades floridas se utilizan con finalidad terapéutica. La riqueza de su composición, en la que se encuentran polisacáridos, aceites esenciales, ácidos fenólicos, flavonoides o mucílagos, le proporciona interesantes propiedades a nivel inmunológico, antinflamatorio y bacteriostático.
• Reishi. La medicina tradicional china ha empleado este hongo durante milenios. En su composición hay que destacar la presencia de ácidos ganodéricos, ergosterol, cumarina, manitol, ácidos grasos insaturados, vitaminas y minerales. Su contenido en terpenos se encuentra detrás de sus propiedades antitumorales e inmunomoduladoras. Asimismo, también se le atribuyen acciones hipotensora, antiinflamatoria, antiviral parasiticida e hipoglucemiante.
• Astragalus. También utilizado en la medicina tradicional china por sus propiedades como tónico sanguíneo, los principales componentes de la raíz de astragalus son las saponinas y los polisacáridos, y a ellos hay que atribuirles sus propiedades inmunoestimulantes, antioxidantes, antivirales y hepatoprotectoras.
• Jalea real. Es una sustancia viscosa segregada por las abejas obreras y nodrizas. Cuenta con una composición realmente prodigiosa, en la que encontramos desde vitaminas del grupo B, PP, A, C, D y E, a minerales, oligoelementos y aminoácidos, que es responsable de sus propiedades energizantes, inmunoestimulantes y antibacterianas.
• Vitamina C. Es una vitamina hidrosoluble, necesaria para la síntesis del colágeno y de los glóbulos rojos. Fortalece tanto las células inmunes como la concentración de inmunoglobulinas en el suero sanguíneo. Asimismo, se ha contrastado su eficacia para contrarrestar la acción nociva de los radicales libres.
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