En los últimos tiempos, el té verde se ha distinguido por ser un eficaz aliado para nuestra salud a muy distintos niveles. Uno de los principales responsables de sus propiedades es un compuesto que se encuentra en él: la EGCG. Investigaciones recientes ponen de relieve unos horizontes terapéuticos realmente amplios.La epigalocatequina galato (EGCG) es un flavonol presente en el té verde, que aporta beneficios al organismo a nivel antioxidante, cardiovascular, sobre el control de peso o frente a distintos tipos de cáncer. En los últimos tiempos, además, se han publicado sendas investigaciones que profundizan y amplían sus propiedades a patologías como la enfermedad de Parkinson o la hiperplasia benigna de próstata.
Respecto a la primera de ellas, un estudio realizado por un equipo de la Escuela de Ciencias de la Vida de Pekín ha demostrado que la EGCG podría ser un potente agente remodelador de la alfa-sinucleína, una proteína cuya agregación anormal se encuentra, según parece, detrás de la enfermedad de Parkinson. Por ello, la EGCG podría ser incorporada a medicamentos que se utilicen en el tratamiento de este trastorno degenerativo del Sistema Nervioso Central.
Hiperplasia benigna de próstata
Por otro lado, investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazong, también en China, se propusieron determinar el papel de la EGCG en la hiperplasia benigna de próstata (HBP), el crecimiento no tumoral de la próstata, alteración muy común en el hombre a partir de los 50 años.
Para ello, indujeron HBP y síndrome metabólico a un modelo de roedores a través de una dieta rica en grasas durante 12 semanas. De la novena a la duodécima semana, los animales recibieron inyecciones de testosterona y EGCG por vía oral. Posteriormente, los investigadores analizaron una serie de parámetros como niveles de glucosa, colesterol total, triglicéridos, peso de la próstata, citoquinas inflamatorias, enzimas antioxidantes o IGFBP-3, una proteína cuyos niveles decrecen en las patologías relacionadas con la próstata. Todos ellos se manifestaban de manera positiva, por lo que los investigadores indicaron que los resultados obtenidos apuntan a que la EGCG podría ser de aplicación en casos de HBP acompañada de síndrome
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