Que los ácidos grasos omega-3 son un excelente aliado de la salud cardiovascular, es algo que sabíamos desde hace algún tiempo. Y que también lo son para reducir el dolor muscular que se produce después de realizar ejercicio es una evidencia que acaban de poner de relieve investigadores de la Universidad de Texas Tech (Estados Unidos).

Para llegar a estas conclusiones, los autores del estudio reclutaron a un grupo de 17 mujeres jovenes no preparadas en ejercicio de resistencia. Unas recibieron un placebo; otras, seis gramos diarios de aceite de pescado, que contenía 3.000 mg de ácido eicosapentaenoico (EPA) y 600 de ácido docosahexaenoico (DHA), la semana previa a una única sesión de ejercicio de resistencia.

Los resultados mostraron que las participantes en el grupo que recibió el aceite de pescado sufrieron menos fatiga muscular estática y funcional que quienes recibieron el placebo, lo que se observó tanto en los músculos superiores como en los inferiores.

A juicio de los investigadores, estos resultados bien podrían deberse a las propiedades antiinflamatorias de EPA y DHA, ácidos grasos omega-3 de cadena larga.