De entre las infecciones de tipo bacteriano, las que afectan al tracto urinario son las más comunes. Su origen se encuentra en el crecimiento de un germen en el interior de las vías urinarias. Su incidencia es mayor en las mujeres que en los hombres, pero estos tampoco son ni mucho menos inmunes a ellas.

El tracto urinario está compuesto por dos riñones, a ambos lados de la columna, en la zona lumbar alta, y entre sus funciones está la de formar la orina, a través de la que se eliminan productos de desecho. Posteriormente, la orina se almacena en la vejiga urinaria a través de los uréteres. Cuando se llena la vejiga, la orina es eliminada por la uretra al exterior. Si un germen patógeno se introduce desde el exterior por la uretra hasta la vejiga urinaria y se multiplica allí, puede dar lugar a una Infección del Tracto urinario o ITU. Si los mecanismos de defensa frente a esa agresión fracasan, se produce una respuesta inflamatoria en el individuo, que se puede manifestar a través de distintos tipos de ITU: pielonefritis aguda, cistitis, prostatitis aguda o bacteriuria asintomática.

Existen una serie de factores que predisponen a las ITU, entre los que se encuentran las alteraciones que impiden el correcto flujo de la orina; la edad, que predispone a las personas mayores de 65 años a una mayor propensión; determinadas enfermedades, como la diabetes; o la propia estructura anatómica, que en el caso de las mujeres, las inclina a sufrirlas con más asiduidad.

En los últimos tiempos, el arándano rojo se ha revelado como un arma de gran eficacia para prevenir la recurrencia de las ITU. Se trata de una baya silvestre de color rojo y pequeño tamaño, perteneciente a la especie Vaccinium macrocarpon. El cuerpo de estudios clínicos que atestiguan su acción es extenso y va en aumento. En 2001, fueron investigadores del Dpto. de Pediatría de la Universidad finlandesa de Oulu quienes verificaron la eficiencia del arándano rojo para reducir la recurrencia de las ITU.
En 2002, lo hizo un equipo de la Universidad canadiense de British Columbia, haciendo especial hincapié en su gran relación coste-efectividad.

En 2009, en el marco de la III Reunión de Urología para Médicos de Atención Primaria y Residentes de Urología celebrada en Madrid, se incidió en la importancia del arándano rojo como alternativa segura y eficaz en la prevención de las ITU.

La capacidad terapéutica del arándano rojo se debe a su riqueza en proantocianidinas, unos pigmentos vegetales responsables de su color, que impiden que la bacteria Escherichia coli se fije en las paredes del tracto urinario, haciendo que fluya y se elimine a través de la orina. Dicha bacteria es el microorganismo más frecuentemente aislado en las ITU, «culpable» del 80 por ciento de ellas. Al mismo tiempo, los polifenoles y antocianinas también confieren al arándano rojo una importante acción antioxidante.